Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago 4:7
Estamos en guerra. Tenemos un enemigo que ataca sin anunciarse. Y nuestra reacción, de acuerdo a este versículo, debe ser en dos vías: Someternos a Dios y resistir al diablo.
Van de la mano. Como que sin la primera, la segunda no funciona, y por ende, la tercera no sucede.
El hecho que muchos ignoramos (o escogemos ignorar), es que vivimos en un mundo caído y en guerra, pero guerra espiritual. La cosa es que los ataques no se detienen porque decidamos ignorarlos. Nuestro enemigo no desistirá de destruirnos sólo porque cerramos nuestros ojos para no verlo.
No tenemos mas opción que pelear. Debemos someternos a Dios y resistir al diablo. Sin embargo, la promesa es grande si lo hacemos: El diablo huirá de nosotros.
Probablemente regrese, pero en ese caso, ya sabes qué hacer.