“Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: ‘No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán’. —¡No morirán! —respondió la serpiente a la mujer—” Genesis 3:3-4 (NTV)
La historia de cuando Adán y Eva pecaron en el Huerto del Edén es la misma historia que nos ocurre a nosotros cuando enfrentamos una tentación. El contexto puede cambiar, el dialogo puede cambiar, los caracteres pueden cambiar, pero la técnica de Satanás es la misma: Tratar de hacer de Dios un mentiroso.
Toda tentación se resume a una decisión entre dos alternativas: La verdad y la mentira. Y muchas veces la decisión no es cuestión de a quién debo creerle, sino a quién quiero creerle, especialmente cuando esa manzana en el árbol se ve tan deliciosa.
Entonces la verdadera pregunta no es acerca de la manzana, es acerca de a quién quiero creerle, y las únicas dos opciones son: Dios o Satanás. La verdad o la mentira.
La decisión es tuya. Todos los días.
Creo que estoy acostumbrado a leer notas largas y esto solo me ha parecido una introducción de algo.
Saludos.