“Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.”‭‭2 Corintios‬ ‭4:18‬ ‭NTV‬‬

Nos conviene retomar todas las mañanas la perspectiva de que existe un mundo visible y otro invisible. 
Generalmente, todas las cosas a las que les decimos “problemas”, forman parte de lo visible. Además, para solucionar esos problemas visibles tratamos de encontrar métodos visibles.

El mundo visible es grandemente influenciado por el invisible y si ignoramos todo lo que no se ve, estaremos basando nuestras perspectivas y opiniones solo en una parte de todo lo que en realidad ocurre. 

“Las cosas no van bien en el trabajo”, “hay tropiezos en mi matrimonio”, “tuve una pelea con un amigo”,  “en la calle hay mucha violencia”… Todas estas son circunstancias que podemos vivir todos los días, pero no son la circunstancia completa. 

Por eso Pablo dice, en vez de ver primero lo visible, hay que fijar los ojos en lo invisible. Pareciera un juego de palabras, pero es mas un cambio de perspectivas. 

Cuando te agobien todos los problemas que se ven, debes recordar que tu solución puede venir de lo que no se ve. 

  

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