Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:11 (NTV)
Es imposible que con frecuencia nos veamos atrapados en la rutina, en el día a día, en los pendientes y en los lugares a los que tenemos que ir, y poco a poco convencernos que nuestro rol es simplemente ser humanos, porque eso es lo que los humanos hacen: nacen, crecen, se ocupan, se reproducen, se ocupan mas, y mueren.
Sin embargo, somos humanos, pero Dios nos creó para mucho mas. Eclesiastés dice que Dios mismo sembró la eternidad en nuestros corazones. Me encanta esto, porque es como un recordatorio innato por parte de Dios de que eso que muchas veces definimos como “ser humano” no se parece en nada con lo que Dios planeó para nosotros.
La voluntad de Dios no es que sobrevivas del lunes a viernes sólo para sentir que tus fines de semana pasaron volando. Eres humano, pero tu propósito es eterno.
Amigo lector, a partir de hoy Dios me ha guiado a darle un giro a este blog, que de ahora en adelante se llama HUMANOS ETERNOS. Por favor compártelo. Queremos inspirar a todos a no subestimar el propósito eterno para el que fuimos creados por Dios. Para los que tenían guardado el vínculo anterior, todavía se puede acceder a través de JorgeDieguez.me. Gracias por leer y compartir.