Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Proverbios 23:7 (RVR60)
Gran parte de nuestros esfuerzos por ser mejores personas y agradar a Dios están en función al hacer: Tratar de hacer mas cosas buenas, dejar de hacer tantas cosas malas… Al final del día, nuestra teoría dice que si logramos hacer mas cosas buenas que malas, ganamos por promedio.
Sin embargo, hay otro nivel mas profundo, que es el que en realidad nos debería ocupar pero rara vez atendemos: los motivos del corazón. En otras palabras, el hombre por afuera, no necesariamente es un reflejo de lo que es por adentro.
Muchos de nosotros caminamos nuestras vidas disfrazando malas intensiones con buenas obras, que sólo cuentan como buenas obras cuando vienen de los motivos correctos. Por esa razón, a Dios le interesa de ver lo que hay adentro del hombre, y no tanto lo de afuera.
Hay que ser, antes de hacer.