“Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.” Efesios 1:17
Hace algunos años oí a alguien decir que su peor temor en la vida era dedicarse completamente a subir una escalera, y que al final de su vida, darse cuenta que subió la escalera equivocada.
Automáticamente se volvió mi peor temor en la vida también. Pero después encontré el versículo de arriba y me di cuenta que en Dios podemos tener acceso a sabiduría y revelación. Esto lo cambia todo, porque puedo consultarle a Dios cuál de todas las escaleras disponibles para mí es la correcta y estar seguro que llegaré al final de mi vida con la satisfacción de haberme esforzado en la batalla correcta.
Preguntas como: ¿qué carrera estudio en la universidad? ¿me caso con esta persona o no? ¿tomo este trabajo? ¿necesito emprender esta empresa?… todas estas decisiones nos quitan el sueño. ¿Qué tal si en vez de pensar y pensar qué debemos hacer, nos ponemos a orar y orar y le pedimos a Dios que nos dé sabiduría y nos revele qué hacer?