He llegado a entender que la fe es ver más allá de mis ojos carnales, es ver con mis ojos espirituales.
Nos imaginamos a Dios, como un Dios que nos da milagros de la manera que quita esfuerzos y responsabilidades. Quisiéramos que el negocio crezca al 1,000% todos los días, quisiéramos que el mal hábito desaparezca al día siguiente. Así también quisieron los israelitas que les fuera entregada la tierra prometida, con alfombra roja y la mesa servida. En cambio fueron a ver que su promesa estaba llena de gigantes.
Y es que Dios no quiere darte el paraíso en tierra, El quiere forjarte más a la imagen de Cristo.
Así que abre tus ojos espirituales y como Caleb y Josué mira más allá de los gigantes y conquista la tierra prometida que te fue dada!